El cuidado
de las personas
y las relaciones
Hace 25 años
creamos dinámicas de estudio y trabajo con hombres y mujeres en el mundo que nos permiten ofrecer una solida experiencia y trayectoria junto a una vitalidad enriquecida y renovada por los ciclos de la vida!
MUJERES
Atravesar la roca que nos separa del femenino, fue el legado de los primeros investigadores del alma.
La antigua relación de la mujer y la naturaleza es el origen del parentesco del feminismo y la ecología. Ambos son los movimientos en defensa de lo humano que más crecieron en el siglo pasado. La antropología muestra eso que sucede en las culturas que organizan la vida en torno a una conciencia refinada del medio ambiente, en las cuales la sabiduría intuitiva es una vía válida de conocimiento.
Por todo eso elegimos Mujeres que Corren con los Lobos de Clarissa Pinkola Estés como el eje para el estudio y la recuperación de la relación con el femenino. Trae una nueva comprensión que propulsa la salud.
No se trata de género sino de una manera de acercarse a la experiencia que supera el binarismo abriendo a la pluralidad en el pensamiento que es el signo de la creatividad en el cuidado de la vida.
MASCULINIDADES
Inicialmente fue también Clarissa Pinkola Estés quien escribió una conferencia para acompañar la individuación masculina. Así comenzamos el estudio y una investigación a la que se sumaron muchos otros autores dando forma al inicio de la
revolución de los hombres
capaces de transformarse a si mismos.
Textos puertas para abrir ese peso que cada generación le pasa a la siguiente.
Despertar de su aspiración a reparar lo arruinado, sacar los escombros y descubrir la belleza intrinseca y la generosidad que comprometen al cuidado.
Viviendo la vulnerabilidad hace crecer la fuerza.
Que reducir el significado de las palabras nos hace vivir
en una sociedad violenta.
Asumiendo que la responsabilidad del lenguaje es enorme porque la simplificación de las palabras fuerza posicionamientos radicales.
Siempre acompañado de dinámicas que dan sostén a ese despliegue y aprendizaje de la vitalidad.
DIVERSIDADES
Estar en vínculo es una realidad permanente de nuestra condición humana que nos confronta de manera directa con la diversidad, porque el otro es por definición otro, es decir diverso respecto de mí.
En esencia, profundamente.

Que no lo veamos, por nuestras ilusiones de fusión, de
mimemitismo, de regresión y proyección, habla de
nuestros prejuicios y limitaciones.
La diversidad está aquí, con nosotras y nosotros,
en todos lados… incluso dentro nuestro, en
nuestro cambio permanente, desde nuestras
células hasta nuestros deseos. Y una vez más, esta
realidad de nuestro cambio continuo es algo que
podemos acoger y cuidar o rechazar.
La definición de diversidad declina estos matices:
variedad, desemejanza, diferencia. También nos habla
de abundancia, de gran cantidad de cosas distintas.
Los humanos y humanas necesitamos variedad y abundancia para vivir una vida creativa, por eso en la fundación
creemos en la necesidad de trabajar los miedos que nos genera la diversidad para poder vivirla.

La figura del «otro», el extranjero, el extraño, da miedo porque
fue en la historia de la humanidad y sigue siendo en nuestra
historia individual una amenaza en momentos de total
dependencia y desvalimiento.
Si no podemos reconocer y respetar la otredad, la diferencia,
el otro será un otro-amenaza, un otro-objeto del que tengo que
protegerme o intentar utilizar. Y se abre allí el
abanico de vínculos perversos.
Afortunadamente solemos superar esos
estados cuando crecemos y generamos
vínculos seguros.
Eso permite ver la otredad con los ojos de la confianza y ya no como una amenaza.
Nuestra propuesta es la de reconocer, acoger y sostener esta diversidad vincular
y personal a todos los niveles para que pueda crecer bella, tolerante, curiosa, confiante
y cambiante. Pero para ello hace falta una base, un sostén, grupos y un acompañamiento que queremos y podemos aportar.
-Luciana Volco
psicoanalista, Francia
CUIDAR LA TIERRA
La gente es tierra que camina!
La gran Madre, Pacha, Mapu, Gaia. Ella que nos cría, alimenta,
enseña y acompaña bajo mil nombres diferentes.
La gente es tierra que camina y en tiempos de oscuridad; de asesinatos
a la posibilidad de regeneración de la vida terrena este caminar sólo
puede sostenerse en la esperanza activa.
Sabernos parte de la trama terrestre nos implica, necesariamente, en su cuidado: en su defensa.
Cuidar la tierra es embarrarnos hasta el alma en sus ciclos y procesos.
Es crear nuevos parentescos con las alteridades multiespecie. Es abandonar
la supremacía que se nos dijo que teníamos por sobre los demás animales,
el agua, la flora, los hongos y el mundo mineral.
Somos la tierra cuidándose a sí misma, nutriendo espíritus
guerreros para reproducir abundancia.
En tiempos plagados de muerte, cuidar
la tierra será el único atisbo de vida,
no solo posible, sino… deseable.
Flavia Broffoni
Autora de: Extinción ¿Qué hacemos para evitar el colapso?
Politóloga, activista, especializada en ecologia politica
ENCUENTROS Y DESENCUENTROS

Bajo este título comenzamos a trabajar
la relación entre las personas que se
proponen una relación de pareja
y también el diálogo masculino
femenino.
Muchas formas
ha tomado
en el tiempo.
Actualmente es la lectura de:
Con acuerdo y corazón,
Una sexualidad para sí y para el otro,
de Daniele Flaumenbaum, el que guía
nuestra búsqueda de:
el cuidado de las relaciones.
EL ARTE DE MADURAR SIENDO JOVEN
Cuando el futuro no es promesa se vuelve amenaza,
dijo Hellinger
Para no envejecer sin haber crecido la ecuación existencial cotidiana
desafía a desplegar un arte. «El arte de madurar siendo joven»
Como todo arte requiere conexión, amplitud de conciencia,
una práctica continua, profundidad y máxima concentración.
Para evitar la fuga del talento propio y ser guardianes de una vitalidad
que es conexión y apertura renovada.
El arte de madurar nos interpela al llamado de acciones lúcidas
Un espacio-tiempo de redireccionamiento de energías autogenerativas.
Si amamos el camino
la presencia está en el lugar central para dirigir la acción
Los sueños no se cumplen, se trabajan con el afán de ser gladiadores existenciales.
No necesitamos una vida tranquila
sino un desafio por el que desplegar capacidades,
luchar y crecer con un sentido curioso de trascendencia y espiritualidad.
-Karina Kogan
Trabaja desde la psicología con los órdenes en las relaciones