Ir a tomar un café con Catherine Dolto y hablar con ella de la vida es una experiencia que los invitamos a hacer a través de estas páginas.
Conversar, por ejemplo, sobre los clowns que trabajan en los hospitales, del amor que surge de sus narices rojas para iluminar el sombrío camino de la enfermedad y estalla en las risas de quienes los reciben. Reír y curar, porque curarse es volver a traerse al mundo. Por eso los clowns forman parte de las parteras de ese nacimiento, dice Catherine.
Seguir tomando café, mientras ella reflexiona sobre la educación. ¿La escolarización a los dos años? ¿Dónde comienza un niño pequeño? ¿Qué cambios hubo en las últimas décadas sobre la parentalidad? Ningún dogma universal sale de sus palabras, sino subrayar la necesidad de cada niño de ser segurizado afectivamente.
En casi todos los capítulos, entrando con ella al mundo de la Haptonomía, encontramos una mirada profunda sobre la peculiaridad de ser humanos: estos mamíferos que somos, que comenzamos la vida con una enorme dependencia en relación con nuestra supervivencia y con una inmensa necesidad de sentido, de comprensión del lugar al que llegamos, es decir, de gestos y palabras que les den claridad y coherencia a nuestras vivencias.
El acto de pensar su propia vida, de darle sentido, se hace diferente según la edad, pero siempre se hace, nos dice casi mirándonos a los ojos.
Así como afirma al hablar de adopción que, entre nosotros, los humanos, las palabras son como ángeles guardianes que protegen y organizan el sentido. Acompañan y sostienen sucesivas mutaciones que hacen de un bebé que grita y se enfrenta a la soledad de un hombre de pie que transmite, que dice la verdad e insufla esperanza entre las ramas de los descorazonados. Es decir, de cada uno de nosotros… por momentos.
Los capítulos de este libro, como las charlas de un bar, tienen una manera de dialogar entre ellos, de ahondar, preguntarse, responderse, entretejerse.
En la mesa de café, se debatirá, también, la actual problemática sobre el alquiler de vientres, que conversa con el texto que habla de las penas en los tejidos y sus brutales despertares, con el que Catherine Dolto cerró el último Congreso de Haptonomía en París, en 2010.
Una lectura deliciosa y necesaria, continuación de su primer volumen, Haptonomía pre y postnatal, por una ética de la seguridad afectiva –publicado también por esta editorial-, y el segundo libro de la nueva colección Creavida Mujer, después de ¿Tiene cielo donde voy?